martes, 2 de febrero de 2010

Engaños en Sagua la Grande

Este es un solo caso de los tantos que ocurren en Sagua.

El gobierno cubano cada vez pierde más credibilidad con el pueblo, y los descaros e injusticias ya son parte de diario vivir. Nunca ha existido una gota de sensibilidad por parte de ellos, pero ahora con la crisis final de su sistema económico, cuando la economía toca fondo, todas las desgracias comienzan por los más pobres.
A el señor Ariel Reinaldo Colón, vecino del Edificio 2, apto. 4, Rto. T. Gonzalez aquí en Sagua la Grande, es uno más de los que atraviesa la enloquecedora angustia de “no cobrar su sueldo después de haber trabajado como un animal”. ¡No hay dinero!, le dice el banco.
Ni el Feudalismo ni el Capitalismo Primitivo fueron tan crueles con sus ciudadanos como lo es el Castrismo con su odiado pueblo, pero sí hay dinero para congraciarse con otros países latinoamericanos y restregarles que somos una potencia a la que nos sobra el dinero, médicos y maestros a granel.
El pobre Ariel fue contatado por Servicios Comunales para operar un tractor con carreta para recoger desechos en Sagua y en Isabela pero desde el mes de abril del 2008 dejaron de pagarle y ahora le deben muchos meses, lo cual hace más difícil pensar que le devuelvan todo junto.
En la cooperativa donde trabaja (Cooperativa de Créditos y Servicios Raúl Valencia,) el económico le dijo que Comunales no les estaba pagando y aquí comenzó el clásico “peloteo socialista”, al dirigirse a Comunales estos le dijeron que el dinero sí existía pero que era el Banco quien no autorizaba el pago. ¡Ladrones!, el Banco lo mandó al Jefe de Despacho del Gobierno Municipal quien le calmó diciéndole que se ocuparía del caso; pensando al pasar algunos días que ya era suficiente tiempo para haber realizado la gestión, regresó de nuevo y resulta que el jefaso nada había hecho; lo visitó en tres ocasiones más y NADA, pura baba…el caso lo había pasado al Gobierno Provincial.
La desesperación de Ariel era mucha pero poco el dinero para viajes provinciales o nacionales, por lo que como todo esclavo cubano ha tenido que llorar por meses la injusticia que con él comete la maldita tiranía que nos desgobierna.
En Sagua todos los días visita a cuanta autoridad e instancia se le ocurre o le recomiendan con la misma esperanza que tiene un loco callejero de ser príncipe algún día.
La afectación material siempre es muy dolorosa y dañina para él y su necesitada familia, pero más aún lo es sentirse engañado de una forma tan descarada por el poderoso que nunca pierde y todo lo tiene. Los cubanos siempre hemos trabajado por casi nada durante medio siglo, pero ahora entramos en la etapa de “trabajar por nada”, ya eso comienza a sentirse. Pero los muertos están en cautiverio…