jueves, 30 de abril de 2009

La Villa cada día más contestataria


En Sagua la Grande, el sitio más interesante para recoger impresiones y comentarios en contra de la dictadura Castrista son las colas.

Los opositores y disidentes se han quedado muy conservadores si se comparan sus reclamos con respecto al resto de la sociedad civil. Si eres reportero honrado, busca a una de estas, tan comunes en Sagua la Grande, y harás un buen reportaje.

Pudiera contar decenas de anécdotas de primera mano, vividas, oidas, miradas por mí, como estas:Una viejita muy flaquita le contaba a otra que desde hacía una semana solo desayunaba almorzaba y comía a base de “aguazuca” pero a voz tan alta que toda la cola reía; “¡hasta cuando Dios mío!”-remataba la viejecita con su huesuda mano en la frente.

Reir es la forma que hemos aprendido los cubanos para alejar la amargura; pues estas declaraciones de la anciana destrozarían al corazón del más fuerte guerrero.-¡ay…que se vayan pa’ Galicia, si allá tienen a sus parientes!- opinaba una mulata no menos flaquita- y yo la miré y sonreí para apoyar su comentario e invitarla a continuar con esas valientes reflexiones, a lo que ella contestó riéndome –“Si señor que se larguen con todo el dinero que tienen”-.No sé como saben lo de Galicia, pero algo les ha llegado dentro de la poca información que aquí tenemos en Sagua la Grande. -“O que se vayan pa’ la Yuma si Obama es medio amigo de ellos”- opinó otro de los muertos vivientes--“Pa’ la Yuma, no hombre, que mi hijo esta allá”-gritó otra; todos los cadáveres rieron en un sólido coro. –“Caballero aflojen”- dice uno vivo, pues siempre los hay en las colas.

Las colas son pura contrarevolución que ningún guionista ha descubierto para su documental (quise decir honrado, de los de una sola cara). En una de ellas me enteré de “Los Geólogos” un grupo de tirapiedras en Sagua que han acabado con los cristales de las tiendas que son sus principales objetivos.

No hacen declaraciones como los terroristas de la ETA, ni llevan nombre organizativo como AlQaeda, pero hacen buenos estragos en la oscuridad de la Villa. Yo me niego a llamarles terroristas pues nadie se aterroriza cuando le rompen una tienda a Raul. Quisiera tener más datos de “Los Geólogos” para poder hacer un buen artículo de prensa, pero son más misteriosos y resbaladizos que el mismísimo güije que vive en El Undoso.

Solo sé que la policía política de Sagua le ha echado la culpa a un loco deambulante en dos ocasiones para así quitarle mérito político a los valientes pitchers de las tinieblas.Me he enterado en las colas de los últimos “letreros contrarevolucionarios” en algunos barrios a los que la policía y los cederistas, sin mucha bulla, borran para que estos no sean noticias.

Ultimamente los clásicos “carteles” en contra del tirano y su desastre no se ven mucho, pero estos han sido sustituídos por grafitis con lápices, plumas, crayolas y carbones, quizás por la ausencia de pinturas para brocha gorda, cartulina y tela que tanto abundaba cuando la dictadura de Batista.

Me dice un albañil hace poco que sospechaba que la ausencia de latas de pintura en nuestras tiendas desde lejano tiempo se debía más al temor de su uso contrarevolucionario que a la falta de dinero. Los grafitis más recientes fueron en el Hospital de Sagua y en Coco Solo, el primero decia: “Sierren esta mierda” y el segundo: “abajo la dictadura”.

Con respecto al hospital no sé si el pintor descontento quizo decir que “lo cortaran”(serrar) o “que lo trancaran” (cerrar), pero creo que cualquiera de las dos acciones sería justa.En una ocasión un director de tienda expresó a un grupo reunido que eran unos mal agradecidos por hablar así del gobierno, pero cómo no va a haber protestas si el abuso es casi una burla descarada; por ejemplo, las ropas están a muy altos precios y muchas son parte de las donaciones internacionales que debían regalarse a la población como normalmente se hace en todos los rincones del mundo que hayan atravesado por desgracias naturales.

La comida escacea como nunca, el agua se consigue más fácil en el desierto de Kalahari que en la caudalosa cuenca del Undoso. Un verdadero infierno de calor, sudor, oscuridad, hambre, suciedad, aburrimiento, amargura, depresión y enfermedad, atormenta a nuestra querida Sagua, y lo más triste de todo esto es, que fluye por nosotros sin la esperanza de una futura solución.

Como verdaderos hombres libres que nacemos, no podemos planear un viaje a Cancún (que está cerquita), no podemos soñar con una computadora propia con Internet, con un barco, un carro, un negocio; pero sin ser extremista no podemos planear ni la comida de mañana. Como le dijo un amigo a otro: “¿Quieres ver el menú?”- “Para qué asere si no tengo ni espejuelos”; todo detalle de vida se convierte en manicomio, hasta una simple falta de espejuelos te transforman la existencia en un infierno.

Todos los países del mundo son amigos de Cuba, pero el dictador está encaprichado en el bloqueo de uno solo, de su enemigo del norte; puro masoquismo.Dicen algunos que “lo mismo de siempre” pero yo le agrego: “en menos cantidad y calidad”.Muchos han visto aquí recientemente las revelaciones del guardaespalda de Fidel que ahora vive en Miami, el Teniente Coronel Juan Reinaldo Sánchez, describiendo (con fotos incluídas) las suculentas comidas que se consumen en las casas de los Castros; las langostas vivas caminando por el patio antes de cocinarlas, el queso, las botijas de leche, la carne de res, los vinos caros… y después de todo esto leemos a algunos “caras de crimen” de la prensa local anunciando que llegó “la papa” a Sagua como el regalo bondadoso de la revolución, hay que ser miserable para prestarse a tan inmunda burla, o que la reforma agraria nos sacó de la miseria.

En las colas te enteras además de quienes son los chivatos del pueblo pues en cuanto llegan todos comienzan a darse codazos y señalar con la bemba. No obstante hasta los propios chivatos he visto en los últimos tiempos ceder a las demandas, en pandilla, que les reclaman la mayoría.Porque hambre y la miseria no cree en chivatos, los ataca, los consume y los atormenta como a los demás muertos de Sagua.Hasta la próxima cola.Desde Sagua la Grande, la ciudad de Tondike.

Pepe Beltrán.
publicado de: Noticas de Sagua